Una de las portadas más feas y de la revista vanity Fair ha visto protagonizada por Checco Zalone, en busca de redención después de las salidas de pocas e infelices.
Todo nació de tomar en serio algunas de las actuaciones en torno a Tiziano Ferro. Parece que la cantante está muy ofendido y eligió la Puglia semanal cómico para lanzar agua sobre el fuego. Lástima que todo lo que se anota con su decepción por la realidad homosexual. De hecho, dijo que tener un hijo gay es un gran problema y que no permite las adopciones por parejas homosexuales.
El asunto aquí es que Tiziano llegó a comentar que a él le gustaría tener una familia, pero Checo siendo gay no permite adopción entre gays, así que se disculpó en contradecir al cantate pero también expresa su opinión ante la situación.
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